viernes, 19 de octubre de 2012

De brassi.

La identidad es precisamente lo idéntico-a-sí-mismo (ser-para-sí de Hegel), lo que se repite una y otra vez. Si hay identidad, no hay cambio. Ahora bien, si hay cambio, no hay identidad alguna. La sociedad occidental ha hablando siempre de puntos fijos, etiquetas y determinaciones. Quizá sea hora de soportar nuestra no-identidad, aceptar que en el fondo (y por suerte) siempre somos un poco deSterminados. 


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