lunes, 26 de noviembre de 2012

De mis ex-tra.

El ex es aquel que fue ex-traído del rol principal, es un ex-tra en la puesta en escena, un ex-traño conocido necesario, llamado algunas a veces a propósito y otras de imprevisto, casi sin guión y con pocos gestos, pero siempre detrás del personaje principal, ahí, latente, esperando vaya a saber uno qué cosa. 

martes, 20 de noviembre de 2012

¿pero?



Gracias por quedarte al lado mío.
                                                Bueno, e
n realidad nunca me fui.
                   Pero. 

Vis(i)ta

Aunque te mueras de miedo, yo te vi. 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Azaraza.

Lo difícil fue aceptar ese asombro de saberme acá y no allá, el asombro de entender que estar acá y allá era puramente azaroso, yo podría haber estado allá pero estaba acá, estaba acá de casualidad y sin saber muy bien por qué. Pero si hubiera estado allá hoy quizá acá sería allá y acaso no existiría entonces esta pregunta por las contingencias del azar. 

Apedreados.

Como no podía cambiar de lugar la piedra, tuve que aprender a cambiar el camino. 

viernes, 9 de noviembre de 2012

En honor a Walsh.

Yo estoy a favor del pueblo. Y como estoy a favor no puedo permitir que hagan esto con un literato. No puedo permitir que nadie rompa una placa de quien defendió nuestra Argentina, que puso en palabras lo que estaba sucediendo en José León Suarez en 1956. 
Rodolfo Walsh fue un escritor y un desaparecido. 
Fue uno de los pocos que le escribió una carta la junta militar oponiéndose, que apostó su me
moria y su muerte. Apuesto que aquellos que ayer arruinaron su placa ni siquiera saben quien es, que ni siquiera han leído algo sobre él.
Y dejo en claro que tampoco defiendo a aquellos que creen que defender su patria es llamar golpistas o reaccionarios a los que tienen una opinión distinta.
Dejemos el discurso dividido de lado, dicotomizar el mundo a partir de etiquetas lo único que impide es una respuesta con contenido.

martes, 6 de noviembre de 2012

Orgullo y pre-juicio.

—El había ganado, pero no lo entendió en ese momento. No lo podía entender, y yo en un punto tampoco quise que lo entendiera. No entendió que al ganarme, ya no eramos pares, que me había perdido. El final es paradójico: el ganador termina perdiendo.

No me mira, lo dice rápido, como si decirlo rápido anulara lo que dijo. Entonces hace silencio. Yo no le respondo. Alzo la cabeza y la miro. Ahora ella me mira pero no me está viendo. Está viendo el vacío. Yo si la veo. Yo si puedo ver dolor en sus ojos.

Ella es la que ahora no entiende. Ella que creía haberle ganado perdiéndose, también había perdido. 

vaciados II

Y si el vacío fuera material ¿de qué sería?, le preguntó. De carne, le contesta, nos gusta pensar al vacío como un agujero, como la nada misma, pero no, el vacío es presencia, el vacío es cuerpo. 

vaciados.

Me pareció haber visto un vacío unas cuadras de acá, pero el relato y la memoria me confunden, creo que ya no te podría decir donde.  

Sabiondos.

El universo cabe en una palabra imposible de saber. 
No lo supiste entonces, pero fue casi alivio y casi suerte que ese beso te hiciera callar. 

sábado, 3 de noviembre de 2012

Prófugos.

Siempre corro. Vos sabes como soy, los compromisos me ahogan. Estas ideas de relaciones formales, los compromisos y las promesas, siempre los vi como un amor de institución, no sé. No me gusta. No me gusta sentirme atada a nadie. Yo huyo de cosas así. Corro, corro, corro hasta me duelen los pies, hasta que me empiezan a sangrar. Quizá sólo después, mucho después me pongo a llorar porque me doy cuenta. Me doy cuenta que salí corriendo. 
Salir corriendo duele. 
Pero no lo puedo evitar. 
—¿Qué no podes evitar?
— ¿Qué?
—Claro, qué es lo no podes evitar: ¿salir corriendo o tener miedo?
— Tener miedo. Y salir corriendo. Van de la mano, creo. 
— Julieta... 
—¿Qué?
— ¿Y si por esta vez, dejas de correr?


Silencio. 


Dejé de correr. Me sangraban los pies.
Pero por primera vez en mi vida, no había huido.
Por primera vez en mi vida, me había detenido justo a tiempo. 

Sabionda.

Te deseo desde siempre, aunque todavía no lo sepa.

Che vuoi?

Siempre pensé  que lo que uno más temía era enfrentarse con sus propios monstruos.
Me equivoqué.
Lo que más miedo da es no saber qué lugar ocupamos en ellos, qué somos para esos monstruos que nosotros mismos hemos creado. 

Deberes.

Te quiero. Más cerca de lo que debería. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Alien-ados II

Detrás del espejo, la imagen de una tal Julieta, se preguntaba quién era esa otra tan igual a ella que desde el otro lado la miraba así, de reojo, desconfiando. 

Alien-ados.

El espejo refleja una imagen tuya que por unos segundos te parece ajena, que sos vos y que no reconoces, sí, sos vos, tenés que ser vos porque eso te dijeron, el espejo nos refleja, o al menos ese es su deber. Y sin embargo eso que estás viendo, es un reflejo de otro.
Tal vez sólo entonces pienses que el motivo de que te resulte tan ajena es porque quizá fue la imagen la que decidió no reconocerte. Qué importa. No dudas demasiado, miras para otro lado, ya no estás vos, no está la imagen, no está ese otro que te perturba.
Pero acaso en estos pequeños instantes que siempre son un poco eternos, somos testigos de eso que no queremos saber: que lo más intimo de nuestros ser ya lo vi(vi)mos en otros.