Azaraza.
Lo difícil fue aceptar ese asombro de saberme acá y no allá, el asombro de entender que estar acá y allá era puramente azaroso, yo podría haber estado allá pero estaba acá, estaba acá de casualidad y sin saber muy bien por qué. Pero si hubiera estado allá hoy quizá acá sería allá y acaso no existiría entonces esta pregunta por las contingencias del azar.
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