viernes, 2 de noviembre de 2012

Alien-ados.

El espejo refleja una imagen tuya que por unos segundos te parece ajena, que sos vos y que no reconoces, sí, sos vos, tenés que ser vos porque eso te dijeron, el espejo nos refleja, o al menos ese es su deber. Y sin embargo eso que estás viendo, es un reflejo de otro.
Tal vez sólo entonces pienses que el motivo de que te resulte tan ajena es porque quizá fue la imagen la que decidió no reconocerte. Qué importa. No dudas demasiado, miras para otro lado, ya no estás vos, no está la imagen, no está ese otro que te perturba.
Pero acaso en estos pequeños instantes que siempre son un poco eternos, somos testigos de eso que no queremos saber: que lo más intimo de nuestros ser ya lo vi(vi)mos en otros. 

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