Yo pasaba, ellas me miraron de reojo. Sentí como me señalaban, aún sin hacerlo.
"Pobre, fue un trofeito más. El tipo nos babeaba a todas, un asco, hasta comparamos lo que nos escribía, incluso usaba las mismas frases".
Fue ahí cuando salí corriendo, me encerré en el baño, y sentí odio contra ellas, contra él, contra mi misma.
Y detrás de una puertita roja, me puse a llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario