viernes, 27 de mayo de 2011

De mis locuras de cinco minutos.

Yo leía sobre el arte impresionista en algún bar.
Él entró casi media hora después.
Me miró. Lo miré. Me sonrió. Le sonreí.
Nos acercamos.

Luego empezamos a hablar y lo arruinamos todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario