sábado, 20 de marzo de 2010

Domenichini.

Ya por las 7 de la tarde en Cabildo, Julieta mira su mano derecha con el pedazo de torta, y vuelve a mirar al mundo buscando a alguien que realmente lo necesite -más que ella por lo menos- para regalarselo.

Julieta dice algo triste:
-"Es raro que no haya nadie para entregar esto".

Hay una especie de silencio, y luego de unos segundos él deja de caminar repentinamente, la mira a ella con esos ojos oscuros y le dice:
-"Decime, a vos que te gustan los juegos de palabras, ¿no es acaso raro que te parezca raro?"

Julieta le sonríe timidamente y entiende que él tiene razón, que lo raro ya no es realmente raro.

2 comentarios: