sábado, 20 de marzo de 2010

Del Retorno al Entorno.

Lo bueno de la infancia, es que uno puede hacer cosas sumamente imposibles socialmente como jugar con los cigarrillos tirados en el arenero, babearse, hablar sin decir nada, y comerse helados para mancharse todos los cachetes y la ropa. Y pase lo que pase, siempre va a existir ese coro de "AWWWW, ¡qué tierno!", y miradas cómplices y orgullosas entre las madres y el público.
Ahora, si lo intentás ya con una edad medianamente moderada, te toman por loco, enfermo, maníaco, inoperante, navo, etc. Y te puedo asegurar que tu mamá va negar seriamente que te conoce.

1 comentario:

  1. Hay una diferencia importante entre la niñez y la crecidez: Uno crece y es un poco más conciente y más apto para sentir vergüenza.

    Los niños son felices aún siendo juzgados. Así también los locos, los maníacos, los inoperantes, los navos, yo. Todos ignoran el juicio ajeno mientras se sacan un moco en el colectivo.

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