Fue en un subte amontonado de gente cuando Julieta se dio cuenta lo mucho que le gustaba y le molestaba que ninguno nunca iba a ser vos. Jodidamente, eras único.
Nota de la autora: Debe ser que los sentimientos ambivalentes surgen en los lugares menos esperados.
como cuando estás en el subte y entra un flaco a cantar temas de Arjona... una vez estaba "en eso" y vi a una chica en frente mío que casi se pone a llorar, yo también casi me pongo a llorar, pero del asco que me da Arjona, sin embargo, la chica de en frente estaba como triste, como si la acabaran de dejar y Arjona le recordaba lo infeliz que era. Pobre Arjona, pobre muchacha y pobre diablo el imitador cantante
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