Después de la guerra fría, a los muy inteligentes de EE.UU y la URSS (sumado a otros de Europa) se les ocurre para pretección nacional enterrar las bombas H bajo el fondo del agua.
¡Sorpresa! Cincuenta años después y con el movimiento de las placas tectónicas se va a ir todo al carajo.
Nota: Las bombas de hidrógeno (H) no son iguales a las atómicas, pero producen las mismas atrocidades, sino no son acaso harto peor.
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