Y como la viejita no encuentra monedas, Julieta saca de su bolsillo y le paga el boleto de colectivo. La vieja la mira y le quiere devolver el peso con cincuenta, Julieta se muestra amable y le dice que no, que gracias, que los boletos se regalan y que está bien así.
Julieta paga su boleto y cuando está por sentarse, la vieja para de su asiento, la samarrea a Julieta de forma algo violenta y le vozarrea: NENA, ASÍ NUNCA VAS A SER RICA VOS.
(Desde entonces Julieta tiene un poco de más cuidado sobre a quien le paga el boleto de colectivo).
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