martes, 27 de septiembre de 2011

Confesión.

Yo quiero. Yo te quiero. Según el diccionario querer implica conveniencia, apropiación.
No me sorprende. Uno quiere un chocolate, un juguete, un pedacito de nube.
Yo quiero eso. Yo-te-quiero.
Yo te quiero, no es más que un sinónimo de posesión. Acaso yo-te-quiero-para-mi sería la frase adecuada, pero nunca la terminamos, porque nos enfrentaríamos así a un querer egoísta, que se contrapone con las ideas muy lindas y clichés de la libertad que el romaticismo básico nos impone.
Y en un análisis semántico más fino, con frases comunes como "Querer es poder" reafirmamos la primera premisa; querer a alguien es querer poseerlo, es tener poder sobre otro.
Todo esto pensé anoche, sin poder dormir y cerrar los ojos apenas. Pero me tranquilice cuándo entendí que seguramente todo esto ya lo había pensado algún lingüista, comprendiendo el error egocentrista que convella el verbo querer.
Por eso inventaron otra palabra como solución y quiebre a la anterior. Mucho menos frecuente, claro, porque implica otra significación mucho más fuerte, y quizá hasta menos pretenciosa.
Yo amo.


YO TE AMO.

1 comentario:

  1. amen! genial tu razonamiento igual, ojo! a veces hay que tomarse ciertas licencias, o hacer la vista gorda, aunque sea por un ratito a las palabras y a las expresiones. Asi pasa que llega la noche y una tiene la conciencia llena de irregularidades que debe limpiar en un papel! vos lo hiciste genial aca!

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